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Con la música a otra parte

Ana Villalta

Con la música a otra parte

8 de octubre de 2013,

Por Ana Villalta

Los músicos callejeros van a estar reglados en la Villa de Madrid

Con esta normativa, ¿qué hubiera sido de Bob Dylan, Camarón de la Isla, Adriano Celentano, Natalia Jiménez, Art Garfunkel, Macaco, Joan Baez, Billie HollidayBB King, Louis Armstrong…?

Tal y como en su momento decidieron Londres, Barcelona, Santiago, Viena, París o Marbella la declaración de hacer un examen a los músicos que quieran llevar a cabo una manifestación artística en la Zona Centro de Madrid –la denominada Zona de Protección Acústica Especial- ha puesto en tela de juicio la necesidad de que el establishment tenga el suficiente tino para no desafinar al otorgar el correspondiente certificado una vez superada la “prueba de idoneidad” cuyo objetivo según los responsables no es “prohibir” sino adecuar la actividad a la normativa -por ellos mismos publicada hace un año- y que aunque de momento solo influye a las principales y mas céntricas vías de la ciudad, será posteriormente ampliada en la normativa de convivencia para el resto de travesías, plazas y bulevares . Esto último parece que iguala la necesidad del desatino musical tanto a habitantes de unos barrios mas favorecidos de protección auditiva que los de otros.

Me pregunto si quiere esto decir que a pesar de los conocimientos musicales, los años de estudio y preparación para ser Músico: cuatro cursos elementales, cuatro de profesionales y hasta siete de superior en los conservatorios españoles, la falta de apoyo a la cultura y al arte y sobre todo el desinterés por las enseñanzas que en este –nuestro país- se califican como no regladas son menos formativas que los exagerados años de formación, universidad, prácticas, contratos basura, persecución de un sueño y una profesión e incluso años en paro que deben pasar nuestros políticos para ocupar sus posiciones en ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones o juntas regionales para conseguir su puestecito…

¡Ah! Pero qué me dice, ¿no es así? ¿Los responsables de extender el certificado de APTO no pasan por una “prueba de idoneidad” para ejercer su cargo político?

¿Tampoco son responsables de sus fallos y qué no tienen que pasar un tribunal ni superar un examen que confirme su formación técnica para ser el ejecutor de decisiones que influyen a una población de mayor o menor calado?

Como vaticinaba Stanley Kramer… al menos en este país de compadreo, el mundo está loco, loco, loco.

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