No quería tener que hacer este artículo pero la actualidad manda que decimos los periodistas. El Campo de Gibraltar y en concreto Algeciras y La Línea han cobrado un gran protagonismo en los medios nacionales al cual no estamos acostumbrados.

Se quejan mis paisanos, y creo que con razón, del tratamiento sensacionalista de algunos medios de comunicación. El periodismo tiene sus propios males también al igual que este rinconcito de la península.

Se desvelaron ayer las estadísticas fruto del esfuerzo policial de estos cinco primeros meses del año. El resultado han sido 32 toneladas de hachís intervenidas y 60 personas detenidas. Cifras encomiables que dan visión de la dimensión del problema. La pregunta es ¿qué ocurrirá cuando los grupos especiales se vayan? Lo que España no sabe y los medios nacionales no cuentan es que este problema no es nuevo pero el Ministerio del Interior hace tiempo que estableció otras prioridades, lo que se tradujo en menos agentes y menos medios en el Campo de Gibraltar y eso ha tenido sus consecuencias. Frente a las críticas de la sociedad campogibraltareña y los sindicatos policiales, desde Madrid no hubo respuesta y los delincuentes han echado más cara dura de la que ya tenían. Pero en la comarca, porque ya ha pasado, sabemos que los grupos especiales se marcharán y los narcotraficantes también lo saben. Necesitamos medidas permanentes y no solo en el ámbito de la seguridad.

Pero frente a esto quiero dejar bien claro que el Campo de Gibraltar, La Línea y Algeciras, no son ciudades sin ley, copadas por el narcotráfico, en las que solo residen delincuentes ¿Medellín? ¿Nápoles? Se han escuchado muchas cosas estos días porque los titulares grandilocuentes venden más.

La realidad no solo es innegable sino que la he vivido como periodista en La Línea desde hace 15 años al igual que otros compañeros de profesión en la comarca. Nosotros hemos estado ahí, en primera línea, durante años, operación policial tras operación policial. Sabemos de qué va el paño.

Así que sin negar que el narcotráfico es una realidad quiero destacar esa otra con la que no se abren telediarios. La de miles de personas que acuden todos los días a trabajar honradamente, la de los campogibraltareños que reciben con una sonrisa y ofrecen ayuda a los miles de extranjeros que se afincan aquí, la de todos los titulados que pelean por conseguir un trabajo de lo suyo y mantenerlo, la de todos los artistas, músicos y asociaciones culturales que, muchas veces contra viento y marea, no se rinden para poner en marcha una oferta cultural y de ocio. Los campogibraltareños somos trabajadores, honestos, acogedores y, como decía Machado, somos en el buen sentido de la palabra, buenos. Estos somos la mayoría y esos que cruzan en lancha el Estrecho no nos representan. Que quede claro.