Algeciras, a 4 de octubre de 2017.
Querida Ana Villalta. Sean estas mis primeras palabras en la Cadena de Ondas Populares de España para agradecer a COPE CAMPO DE GIBRALTAR y especialmente a ti, la oportunidad que me brinda de dirigirme periódicamente a toda la gente de la Ciudad de la Bahía y más allá donde nos escuchan. Desde On Te Lain off the Conchi hasta Sen Pol Busoil; desde Argesiramare hasta los límites de la muy noble y más leal ciudad donde reside la de Gibraltar español. Entremos en faena.
Querido Pascual Maragall: Vaya tela la que liaste en febrero de 2005 en el parlamento de Cataluña. Seguro que ya no te acuerdas aunque lo guardes en tu memoria -¡qué pena!- del mosqueo que cogió el ahijado político de Jordi Pujol, Arturitoitoito Mas, cuando dijiste aquello de que el problema de ellos, de los que llevan dando un golpe de estado político contra el estado de derecho desde hace cinco años, tenían un problema y ese problema se llamaba -decías- 3%.
Pero Pascual, querido Pascual, ¡qué iluso eras! No era el 3%. Era como puedes ver, porque sé que lo ves, aunque no nos lo cuentes, es, digo, bastante más del 3%.
El padrino de Mas y sus secuaces entre los que se encuentran su ahijado (de Mas), y que es marido de la rumana, antes alcalde de Gerona y hoy, todavía presidente de la Generalidad, saben que el golpe de estado revestido de pretendida independencia no es más que una forma de tapar como sea, pues se les va de las manos, tanta corrupción. ¡Cuánta razón tenías Pascual! Hasta el jefe del Estado ha tenido que decir que se trata de una deslealtad inadmisible.
Yo añado que solo busca que la ciudadanía se olvide de tanta corrupción que hay desde que los Pujol y sus correligionarios gobiernan la comunidad autónoma catalana.
Que Cataluña deje de ser España es como si La Atunara dejara de ser La Línea de la Concepción o Campamento y Puente Mallorca no pertenecieran a San Roque o El Rinconcillo no fuera ya Algeciras. ¡Habrase visto semejante chalaura!
Por J. Luis Moreno Retamino