España tiene un serio problema

Por Estrella Blanco

La Línea, a 17 de noviembre

Les confieso que estoy furiosa. España tiene un problema más que serio que se está cobrando la salud física y psíquica de sus víctimas y en demasiadas ocasiones hasta su vida.

Hemos visto esta semana como ha empezado el juicio de La Manada. Cinco individuos sentados en el banquillo por violar en grupo a una niña de 18 años. Unos individuos que se jactaban por mensajes de whatsapp antes de llegar a Pamplona de cómo iban a violar a chicas borrachas. La agresión sexual convertida en juego y en broma no solo entre ellos cinco sino entre todos los que compartían ese chat.

El siguiente paso de estos individuos fue negarlo. Por supuesto fue consentido. Todos sabemos que el sueño de una niña de 18 años es hacérselo con cinco tíos a los que no conoce en un portal y si de paso la graban y comparten el video pues mejor. Pero no solo lo negaron ellos. Muchos pusieron en duda su denuncia entonces. ¿Y para qué entró en el portal con esos tíos? ¿y qué hacía borracha y sola en la calle? Señalaron a la víctima y no los supuestos agresores. Lo que querían decir es que ella se lo buscó, ella los provocó, ella fue cómplice de su desgracia. Esta es la España machista en la que vivimos. A ver si abrimos los ojos.

La justicia será la que dictamine el futuro de estos cinco individuos. Espero que sea prisión. A ella le queda un camino largo para recuperarse, para dejar de tener miedo, para poder volver a confiar en un hombre y tener una vida sentimental y sexual plena. Ojalá cuente con las herramientas para poder hacerlo.

Pero estos días no solo esta noticia me ha removido las entrañas. Las estadísticas del Ministerio de Igualdad se engrosan con dos muertes más por violencia de género. Una la de Jessica Bravo, 28 años, que recibió un tiro por parte de su ex pareja, a la que ya había denunciado, en la puerta del colegio de su hijo. La otra víctima murió a manos de su padre y contaba solo dos años. ¿Dónde estaba su madre? Pues estaba de camino a la comisaría para poner una denuncia por malos tratos. Esta es también la España que tenemos.

Los datos son fríos pero ayudan a entender la dimensión de un problema. Desde 2003, primer año en el que el Ministerio de Igualdad comenzó a registrar las muertes por violencia de género, han fallecido en España 916 mujeres. Es decir, en un periodo de 14 años. Desde el 2013, el Ministerio incluye además un apartado para los menores, que indica que desde entonces 23 han muerto a manos de sus padres y 185 se han quedado huérfanos.

Sin contamos las cifras de los muertos a manos de la banda terrorista ETA desde 1968 hasta la deposición de su actividad en 2010, es decir, 42 años, la suma alcanza 856 víctimas mortales, según la Asociación de Víctimas del Terrorismo. En menos tiempo han muerto más mujeres en España a manos de sus parejas que personas a causa del terrorismo. Parece que esta sociedad no le da la misma importancia pero la tiene. Sin embargo, aún hay gente, y me he encontrado tristemente con más de una mujer incluso, que niega la violencia machista. No hay mayor ciego que el que no quiere ver.

No tengo la solución pero sí tengo claro que no pasa por recortar los recursos en materia de asistencia a víctimas de agresiones sexuales y de violencia de género. Tengo claro que la educación es fundamental, que debemos desterrar el estereotipo del macho ibérico. Queremos hombres sensibles, compañeros de camino, que estén a nuestro lado y no por encima. Que no nos vean como objetos sexuales, ni como algo de su propiedad y se acabe así el ‘la maté porque era mía’.

Llevamos en lo que va de año 44 mujeres víctimas mortales por la violencia de género, la misma cifra que en todo 2016. Les aseguro que la estadística subirá antes de que se acabe el año.