Solo el penitente pasará.

Mamarrachada en grado superlativo la imagen de España, sus dirigentes, su sistema y su fórmula para progresar en políticas de creación de empleo con todo este asunto de la reforma en la legislación laboral. Si patronal y sindicatos – contratador y contratados- han llegado a un acuerdo, a qué viene el pataleo de unos por ganar y de otros por que nadie gane. Ese empeño superlativo por dividir a la ciudadanía entre “currantes desgraciados” y “empresarios privilegiados” salvo que con ello quieran apartar la vista del global de la población trabajadora, ciudadanos profesionales en cualquier ámbito productivo, que mantiene lo poco que funciona de este país. Población trabajadora, autónoma y patronal que con los impuestos soportados permiten el coste de plantillas políticas de aúpa y de una administración que lejos de producir, tiene caries bien encarnadas en cuanto a servicios ciudadanos. Da igual que se mire a las gobernadas por unos u otros. Con guiones de uno u otro color político. Plantillas de administraciones públicas que hable con quién hable, están convencidos de que están infladas de personal y cargos de confianza, bien pagados.  Unas plantillas que, en breve – sírvanos el ejemplo cercano del ayuntamiento de La Línea donde se van a asegurar 326 plazas de su plantilla para cumplir con el Real Decreto Legislativo 14/2021 que persigue la estabilización del empleo temporal en las administraciones públicas – van a creer de forma exponencial en el número de personal a su cargo. Esto se ha dejado ahí y tiene para echar un ratito de charla.

Pero seguimos teniendo Fe en que España, mejorará. En que España cambiará.

Volviendo a la sinvergonzonería de la reforma y su aprobación en el Congreso de los Diputados la señora Yolanda Díaz,  vicepresidenta de UP,  asegura que es necesaria primero “para crear empleo”, sin gritar del mismo modo que para ello sería imprescindible no solo amortiguar muchos de los vértices anquilosados del Estatuto de Trabajadores si no analizar los costes, cargas impositivas y tasas que inflan el coste salarial de un profesional en este bendito país. Esto no le conviene revisarlo. Sin entrar en otras materias de cargas empresariales. Un coste que me gustaría conocer como está siendo soportado y abonado por las administraciones públicas que tienen prebendas para sus pagos a SS, Hacienda e incluso Justicia. Pero de eso… no se habla ni se sacuden alfombras. Una señora Díaz que, en segundo lugar, no deja de insistir en, “los que venimos de padres y madres trabajadoras”, como si los que ella no admira o no la votan, viniésemos del espíritu santo, con todos mis respetos. Otra equivocación: las clases, la división, la inquina y el rencor. Todo ello en un siglo XXI que visto lo visto, cada vez tiene más de pasitos hacia atrás que de saltos a la igualdad, la no catalogación y el respeto a quienes piensen diferente.

Y luego están los que patalean porque se ha equivocado uno de sus diputados al votar telemáticamente. Caballeros: rojo es no, verde es sí y amarillo es abstención. Quienes sacan pecho a través de su ex ministra y ex presidenta del congreso Ana Pastor -por cierto, perdiendo muchos puntos en sus declaraciones de hoy – porque lo que pide es casi un acto de fe ante un fallo “telemático”.

Fe para todos. Para unos por “su” ley y para otros por “su” argumentación del fallo telemático, etc.

No quiero que se me olviden los terceros en liza: UPN. Donde por un quítame a mi esa red, pretendían una “disciplina de voto” que según ha confirmado su diputado Sr. Sergio Sayas: “hemos votado libremente con la información que teníamos”,  asegurando que la secretaria general Yolanda Ibañez les llamó minutos antes y, “nos dice que ha llegado a un acuerdo con el Gobierno, pero que no nos puede contar el contenido del mismo”.  Convencidos de que han seguido “a rajatabla” los estatutos del partido. Parece que su decisión ha sido … de buena Fe.

De Esquerra, Bildu y compañía, mejor lo obviamos que a estos, ni la Fe los salva.

Y para Fe, la solicitada por el PSOE pidiendo políticas de Estado. El PSOE de los del indulto a los del referéndum ilegal y la cobertura a los independentistas.

O la Fe que necesita un PP que lleva tanto tiempo pidiendo la misma visión de Estado, pero con esta votación está como un delegado de clase de la ESO.

A mi todo esto me ha llevado a aquel momento de Fe de Indiana Jones y su última cruzada cuando para llegar al Santo Grial observaban que, “solo el penitente pasará…” y la penitencia se arrodilla. Señores políticos, no se arrodillen más a sus disciplinas de partido ni a quienes se las exijan. La Fe mueve montañas, pero solo si cada uno la practicamos con libertad, convencimiento y conocimiento. Los bloques partidistas no se mueven por Fe, se mueven por otras cositas.

Reflexionen, hagan acto de contrición y cumplan su penitencia. Solo con Fe dejarán de arrodillarse porque a sensu contrario lo que cumplirán en las urnas es algo peor que una penitencia. Mírenselo.