ANA VILLATA 17 de marzo de 2014

La Plaza de la Iglesia enmudece al paso de la comitiva fúnebre Los restos del teniente de alcalde andalucista son incinerados en la intimidad por deseo expreso de la familia

Decenas de campogibraltareños tributaron ayer su último adiós al exconcejal andalucista de La Línea Juan Carlos Villalba, cuyo cuerpo sin vida fue incinerado ayer en su ciudad natal, en un emotivo acto que comenzó con la llegada, alrededor de las cinco de la tarde, de sus restos mortales al Santuario de la Inmaculada, a hombros de amigos y compañeros de partido. El arcipreste, Juan Valenzuela, fue el encargado de  guiar el responso en el que el secretario local del Partido Andalucista, Ángel Villar, realizó la lectura, visiblemente emocionado.

El templo se quedaba pequeño para honrar al concejal andalucista que falleció de forma repentina el sábado en su domicilio, a los cincuenta y cuatro años. En su homilía, Valenzuela recordó los rasgos que sus compañeros de partido y corporación alabaron desde que se conoció el fallecimiento de Juan Carlos Villalba. «Todos habéis mencionado su carácter trabajador, su honradez y su amor por esta ciudad que lo vio nacer. Hoy, ante la Inmaculada, Patrona y Alcaldesa Perpetua -y de alguna forma compañera- quiero expresar que su ejemplo sirva para trabajar por este pueblo todos unidos, como lo hizo Juan Carlos, siempre pensando en La Línea desempeñando tareas tan complicadas como la economía, intentando siempre levantar la ciudad».

En la mañana de ayer la atención  y el sentimiento de dolor volvía a concentrarse en la capilla ardiente instalada en el salón de plenos  del Ayuntamiento de La Línea, que abría sus puertas a las doce de la mañana. En el palacete y los jardines Saccone volvían a concentrarse familiares, numerosos grupos de amigos y compañeros andalucistas venidos de toda la región. La familia de Juan Carlos Villalba recibió el pésame de personalidades cruciales en la andadura del Partido Andalucista que se desplazaron ayer hasta La Línea. Entre ellos, Alejandro Rojas-Marcos, José Luis Villar Iglesias y Antonio Jesús Ruiz, compañeros del Partido Andalucista que durante los treinta y cinco años de militancia de Juan Carlos Villalba mantuvieron una estrecha relación  con el teniente de alcalde responsable de Hacienda y Personal en el Ayuntamiento linense durante esta última legislatura.

A las tres y media de la tarde llegaba el féretro con los restos mortales de Juan Carlos Villalba y una hora mas tarde, a hombros de miembros del PA, salía envuelto en la bandera de Andalucía hacia el Santuario de la Inmaculada. La comitiva cruzó los Jardines Saccone y tomó la avenida de España hacia la calle Pablo Ruiz Picasso y bajo los arcos del Pasaje Torres Vico accedió a una Plaza de la Iglesia, repleta  en una soleada tarde, donde se produjo un impresionante silencio y toda la ciudadanía presente se puso en pie al paso del cortejo fúnebre.

El funeral concluyó con los sones del Himno de Andalucía y un ¡Viva Andalucía libre!, que terminó en un prolongado aplauso de toda la asamblea. A continuación un fuerte y largo aplauso de todos los presentes en la plaza mientras los restos mortales de Juan Carlos Villalba se dirigían al tanatorio para ser incinerados en la mas estricta intimidad.